Ayer domingo Glenclous me descubrió uno de los placeres más escondidos de Madrid que yo desconocía. Después de una buen arroz abanda, una botella de Rueda y un grandísimo caudal imaginativo de como nos gustaría ver nuetras vidas. Nos adentramos en el café-mex "sabor a mi" (homenaje al tema del mexicano Alvaro Carrillo). Glen, de quien me fio completamente en cuanto a recomendaciones de deleite se refiere, me pide un helado de canela. Cuchara en mano comienzo a degustarlo y aunque no soy muy ducha en temas de sorbetes tengo que confesar que a falta de sexo, buenos son helados!!!! Y si no sólo hay que visionar el video donde Glen saborea semejante manjar.